Purguémonos del veneno social que desde el nacimiento
halla seno y echa raíces en nuestras mentes,
nos esclaviza y nos condena
y se nutre en nuestras ingenuas evocaciones.
Despojémonos de las creaciones enfermizas
para que florezcan, otras, más bellas.
No reproduzcas y no alumbres ideas
que no pasen por la crítica mas rigurosa.
Mata a tu familia y a tu profesor.
Libérate del otro,
no busques aprobaciones ni condenas.
Todo es una construcción,
así que no te limites a unas paredes construidas por otras manos,
a las visiones de otros ojos
y a las pasiones del corazón ajeno.
Desnúdate de las opiniones.
Mata a Dios.
Protege al inocente.
Se libre.
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